Si señores, es otra vez 30 de diciembre, esta vez de 2018.
El año pasado ya lo publiqué en nuestra querida revista Ecoonomia. El 30 de diciembre es uno de esos días que se recuerdan por su magia.
Igual que muchas de las personas a las que admiro y sigo se ponen a enumerar sus propósitos para el año nuevo, yo creo que debo enumerar los míos.
Por tercer año consecutivo vuelvo a escribir que estoy sano. No es trivial el reto porque a día de hoy todavía no saben por qué mi ferritina sigue alta y si las causas son o no dañinas. Pero por primera vez en tres años me siento otra vez fuerte. Fuerte como en 2016 en los días antes del arrechucho y con ganas de que la vida no me venza. Al 2019 le pido salud, otra vez.
Ha sido un año de carreras, así por resumir no sé cuántas de 10 kilómetros, pero luego fueron 3 media maratones, la Behobia en condiciones lamentables y para rematar un pequeño trail con barro. Nunca me gustó correr, de hecho de pequeño lo detestaba, pero empezar a hacerlo me ha permitido tener mis pequeñas tradiciones y puntos de encuentro. Mañana volveré a correr la San Silvestre y no tengo el miedo que tenia en la primera de todas las que corrí. Este año quiero repetir otra vez y me gustaría seguir viendo a mis amigos en las carreras y seguir disfrutando sin mirar el crono.
En lo laboral, fue un año extraordinario. Mis chicos caminan solos y sin mi ayuda y desde lo personal fueron muchas luces y pocas sombras. De la oscuridad siempre se aprende, aunque pensemos que no tienen razón los que te atacan. Algo siempre tienen, no lo dudes. Así que aparte de volver a ver a mi querida logopeda Begoña (de mi querido HSR) tendré que centrarme en ser aún más empático, simpático, humilde y sobre todo intentar que este carácter que tengo no haga que sea excusa para algunos en su verdad.
Monté un side-project hace años. Una idea peregrina que me rondaba la cabeza. Algo que todo el mundo reclama y que nadie se atreve a hacer por miedo a perder lo poco que tienen. La cosa se llama Instituto de Excelencia Europea, un punto más de apoyo para conseguir que este país apueste de una vez por hacer las cosas bien y espero que uno de los referentes en gestión en España y el mundo. En ese punto no me pongo límites. Además cumplimos una de las premisas importantes que es rodearnos de amigos, para unas risas y dando ejemplo.
Veo a mis hijos crecer, a mi mujer madurar, solo quiero que la salud y las condiciones nos respeten. A mi y a los míos. Este fin de año no fue muy propicio en temas de salud por lo que solo nos quedará pedir que en el 2019 no tengamos más bajas en el escuadrón y que no tengamos que pasar por el taller mas que por voluntad propia.
Tengo que ver más a mis amigos. A los de verdad. Quiero más sociedades gastronómicas, quiero más salidas con los amigos de la facultad y con la cuchipandi de Bubis (como mañana). Quiero más cenas en Barcelona, más cursos en León y más carreras en Valencia, Donosti y más de todo. Luego se nos cae la lagrima con el vernos más pero quizás si la edad no nos hiciese más egoístas la cosa iría aún más enderezada.
Por último, quiero volver de vacaciones a Sanlúcar. Allí, durante unos días me puedo sentir en pequeño hippie que creo que soy. Aunque algunos me tilden de fino, creo que pocos son capaces de vivir 15 días solo disfrutando del placer de vivir y no morir en el intento.
Os deseo lo mejor.
Feliz 2019.
Pues me parece fenomenal! Espero que todos los deseos que tienes se hagan realidad! No por aquello de que es Navidad y todo eso, sino por que te lo mereces,por el trabajo hecho, por la fuerza de recuperación y por no parar de tener la cabeza todo el día con ideas! Animo y feliz y próspero 2019! Un abrazo
Gracias mi amigo!